La edición del 89 pasa a la historia como la regata en la que sólo un barco terminó la prueba, todos los honores fueron para Rafael Beltrán y Juan Rodríguez, tripulantes del Arión un Swan 48. En la tercera edición la regata empieza a tener reconocimiento a nivel nacional. Se presentó en el stand de la RANC en el Salón de Barcelona.

Por primera vez las embarcaciones salen con los motores precintados. Los partes meteorológicos anunciaban mal tiempo, muchos decidieron no tomar la salida, otros muchos la tomaron y regresaron antes de llegar a la Isla de Benidorm y otros pusieron rumbo a Ibiza. La suerte acompañó a todos, ya que con vientos de 60 nudos, barcos volcados como el CAM de Cocua o palos rotos como el del Petrovich, todos regresaron a casa. De las 39 embarcaciones 11 consiguieron llegar al paso de Los Freus, Arión, CAM, Swany, Engiribiscuáquero, Calypso, Imposible, Piemonte, Charro, Marina de Torrevieja, Naútica Falmar y Meltemi.

A medida que los barcos se acercaban al Norte de Ibiza, el viento y la mar hicieron que todas las embarcaciones excepto el Arión tuvieran que poner su integridad a salvo en diversos puertos de la isla de Ibiza. El Arión llegó al Club Náutico Altea, donde un numeroso público les esperaba para recibir como héroes a su tripulación. A partir de aquí, las 200 Millas a 2 comenzó a labrarse su fama y prestigio como una de las regatas más difíciles y duras del Mediterráneo.

Tiempo real utilizado para completar el recorrido: 53 horas 19 minutos.