La edición del 1993 tuvo como nota principal la rapidez de su desarrollo, ya que todos los participantes entraron antes de finalizar el sábado, segundo día de regata, convirtiéndose así en la edición más rápida de todas las celebradas. La regata comenzó con sol y viento del Sur en la Bahía de Altea. Muchos aficionados vieron las maniobras que los participantes realizaron en el recorrido entre balizas que se colocaron en Campomanes y el Albir.

La flota navegó con distintos sistemas de compensación, como el CHS, IMS e IMS OPEN. La regata discurrió con vientos de 10 a 15 nudos. Tan sólo fueron siete las embarcaciones que abandonaron una vez comenzó la regata. La embarcación Viraquen´d un Sun Fast 52, fue la más rápida en completar el recorrido de las 200 millas a2. Tripulada por Santiago Alonso y Pepe Ribes, tardaron un total de 27 horas y 54 minutos.